"Le conté sobre la novela nueva. Le dije que al comienzo avanzaba a pulso seguro, pero que de a poco había perdido el ritmo o la precisión. Por qué no la escribes de una vez, me aconsejó, como si no me conociera, como si no hubiera estado conmigo a lo largo de tantas noches de escritura. No lo sé, le respondí. Y en verdad no lo sé.
Lo que pasa, Eme, pienso ahora, un poquito borracho, es que espero una voz. Una voz que no es la mía. Una voz antigua, novelesca, firme.
O es que me gusta estar en el libro. Es que prefiro escribir a haber escrito. Prefiro permanecer, habitar ese tiempo, convivir con esos años, perseguir largamente imágenes esquivas e repasarlas con cuidado. Verlas mal, pero verlas. Quedarme ahí, mirando" (Alejandro Zambra. Formas de volver a casa. Barcelona: Anagrama, 2011: p.55).
nem tive tempo de dizer que havia escrito outra receita. e que, claro, tanto quanto aquela, também esta está dedicada à vossa senhoria e seu jardim.
ResponderExcluirou já leu e fez uma ponte ou a ponte se fez no silêncio e quando puder, leia.
beijos anonimos. v.